Os contamos los beneficios y la importancia del ejercicio físico y el deporte en cada etapa de la vida en la mujer, empezaremos en la adolescencia.

Adolescencia: Es una de las etapas de la vida en la que el cuerpo sufre los cambios más radicales. Los músculos están en pleno proceso de formación por lo que es importante el deporte para conseguir que el desarrollo sea óptimo. El deporte tiene que servir para conocer nuestro cuerpo, ganar autoestima y vernos mejor en una etapa de cambios.

Durante la adolescencia se recomienda una actividad intensa que ayude a gastar la energía que acumulan los adolescentes. Los deportes de equipo como baloncesto, voleibol, balonmano etc.. Favorecen la sociabilidad y desarrollan la empatía.

Entre la adolescencia y la edad adulta haremos un paréntesis y hablaremos del deporte y la menstruación.

Menstruación:  Desde el punto de vista fisiológico no existe ningún impedimento para dejar de hacer deporte durante estos días, es más, la práctica habitual disminuye los síntomas del síndrome premenstrual ( ligeros mareos, cefaleas, alteraciones emocionales etc..) Aquellas chicas que practican deporte tienen una menarquia ( primera regla) más tardía.

Edad adulta: A partir de los 30 años de inicia una pérdida progresiva de las capacidades física, se empiezan a acumular las primeras grasas debido a la vida más sedentaria.

Se aconseja combinar un deporte aeróbico ( correr, natación, spinning…) con ejercicios anaeróbicos ( pesas, abdominales, carreras rápidas y cortas,) Ayudan a quemar calorías, aumentar la masa muscular y fortalecer los huesos. Se recomienda como mínimo 3 horas por semana.

Como no hablar de los beneficios de practicar deporte durante el embarazo siempre bajo supervisión médica y de profesionales.

El embarazo: Durante el embarazo cualquier gestante puede pasear, nadar, hacer ejercicios de respiración, elasticidad o gimnasia pasiva sin correr riesgos. Cuando se tiene un buen estado físico y se continúa haciendo ejercicio durante el embarazo, los partos son más breves y fáciles, recuperándose más rápidamente después de dar a luz

La menopausia: Hacia los 50, los ovarios dejan de funcionar y dejan de secretar las hormonas sexuales femeninas, es la menopausia. Poco a poco, los huesos se debilitan. Entre los 50 y 60 años, la densidad ósea de la mujer puede disminuir un 3% por año. Pero la práctica regular de alguna actividad física ayuda a fortalecer los huesos y lucha contra la osteoporosis. El deporte ayuda también a luchar contra los problemas de insomnio que son más frecuentes en esta etapa de la vida segregándose melatonina que ayuda a conciliar el sueño.

Se recomiendan los ejercicios de resistencia (pesas, estirar bandas elásticas) que ayudan a desarrollar la masa muscular pero también todas aquellas actividades que favorecen la flexibilidad (yoga, pilates o tai chi). Y caminar, ¡al menos 30 minutos al día!

Vejez: En la tercera edad, tanto la calidad de los huesos, como la fuerza muscular, la elasticidad, si se mantiene una actividad física periódica, mejoran considerablemente.

El deporte en la tercera edad tiene la función de mejorar la aptitud física de la persona, como así también sus relaciones sociales a través de la interacción con gente que persiga los mismos intereses. Es un medio lúdico y como tal, de distracción que disminuye niveles de ansiedad y estrés.

Se recomiendan  actividades como la natación, la gimnasia acuática, la gimnasia de mantenimiento, el aeróbic y las caminatas.

Camina, sube escaleras en lugar de elegir ascensor, queda con amigas para hacer deporte, apúntate a clases de baile, sal a correr al parque, queda con tu pareja para ir a la piscina a nadar, apúntate al gimnasio, aparca lejos del trabajo para tener que ir andando, aprovecha también los fines de semana para hacer deporte, puedes hacer deporte sola, en pareja, con amigos, o incluso con tus hijos. Nunca es tarde para empezar, mujeres con bastante edad se han iniciado en la práctica deportiva y los resultados han sido increíbles. No te quedes mirando como las demás se sienten bien y se quieren a sí mismas. Tú también puedes sentirte increíble y comerte el mundo.

No esperes más, cálzate unas zapatillas y muévete